6 de junio de 2011

Take these sunken eyes and learn to see.

Vivimos viendo sin ver. ¿Por qué nos cuesta tanto ver de verdad? Ver aquello que es tan evidente. Somos curiosos, queremos ver, verlo todo ¿Pero estamos preparados para ver de verdad lo que hay para ver?
Todo lo que tenemos que ver está ahí, siempre está ahí a la vista. Todo lo que es realmente importante nunca está oculto, sólo se trata de querer verlo. Cuando queremos podemos ver con los ojos, con las manos, con el alma, ver hasta lo invisible. Pero lo cierto es que no siempre queremos ver. ¿Por qué? ¿Por qué huimos de la verdad? ¿Por qué nos encerramos en nuestra burbuja para intentar convencernos de esa ilusión que creamos y que vive alrededor nuestro? ¿Se puede ser feliz en una ilusión? ¿Se puede ser feliz viviendo en una mentira?
Quizas esas ilusiones, ese mundo perfecto que vamos construyendo, es una forma de aislarnos del dolor, de la triste verdad. Pero ese muro, ese mundo nuevo y perfecto, algún día va a colapsar y es ahí cuando realmente vamos a poder ver. En ese momento, cuando todo este en ruinas, se nos nuble la mente y nos ahogue la tristeza, vamos a ser capacer de despertar y llegar a conocer aquello que esta más allá de nuestras ilusiones. Bueno, malo, lindo, feo, de la forma que sea, ese mundo que tengamos frente a nuestros ojos va a ser real.
No todos estamos preparados para esta nueva perspectiva, no todos queremos conocer qué es lo que hay más allá, pero sí todos somos capaces ver.
Yo estoy acá ¿podés verme? Sólo tenés que mirar, abrír los ojos. ¿Podés? ¿Querés?

No hay comentarios:

Publicar un comentario