19 de junio de 2011

Say that you'll stay.

Cada vez duermo menos, tengo más en que pensar. Cada vez hablo menos, día a día cuesta más. Cada vez siento menos, no sé porque será.
Últimamente tengo esta necesidad de reprimir todo lo que me pasa. ¿Por qué? ¿Es que siempre fui así y no me dí cuenta? No creo. Antes era feliz, o al menos no me sentía tan.. ¿tan qué? No encuentro la palabra. ¿Sola? Puede ser. Más que eso, supongo. Insignificante. Soy un punto más en medio de un montón de personas. Personas que van y vienen, que parecen estar, parecen interesarse y justo ahí, cuando los necesitas, cuando aparece la necesidad de que demuestren su apoyo, se van. No entiendo, no entiendo nada ni a nadie.
¿Seré un poco así también? ¿Seré como ellos? Puede ser (espero que no).
Uno siempre espera lo mejor de las personas, cree en esos amigos incodicionales que van a terminar la secundaria y seguramente sigan juntos en la universidad, de ahi a vivir juntos, y luego, compartir cenas entre ambas familias ya formadas. Bueno, eso no existe. No para mi.
Lo creí alguna vez, tengo que admitirlo, pero se hace cada vez más complicado confiar en alguien. Más que confiar, sentir que nunca se va a ir. Aferrarse a algo tiene sus cosas buenas y malas. Es bueno durante el tiempo que dura, nos sentimos acompañados, sentimos que hay alguien que se preocupa por nosotros, alguien a quien verdaderamente le importa desde la cosa más minima hasta lo más loco y rebuscado. Pero ¿qué pasa cuando esa persona se va, desaparece? Por el motivo que sea (que muchos pueden ser). Ahí viene lo difícil. Quedamos destruidos, solos, aislados. Perder a alguien es perderse uno mismo, es no saber en donde estamos ni hacia donde tenemos que ir. Cuando eso a lo que nos aferramos se pierde entre las páginas de nuestra historia comienza la duda, comienza el dolor. Ese tipo de dolor que sentís en el pecho, ese que te paraliza, que no da lugar ni siquiera a que te muevas.
¿Por qué se fue? ¿No era lo suficientemente buena? ¿En qué me equivoqué? Y así nos rompemos la cabeza repasando cada momento, cada detalle, porque de seguro hay algo que esta mal. De otra manera ¿por qué esa persona decidió no pertenecer más a nuestra vida? "Hay algo que hice mal, tiene que ser eso."  Buscamos echarnos la culpa, buscamos el error. ¿Y si no hay tal error? La gente se va, fin de la historia. Por ahi hay un tiempo determinado para que cada persona este en nuestras vidas. Quizás no se puede ser feliz todo el tiempo, no se puede tener siempre todo..

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