16 de junio de 2011

Rodeada en un mundo de gente, ahogada en un mar de palabras, atascada en un laberinto sin salida, donde ni siquiera la luz encuentra lugar para escapar.
Rodeada de gente.. pero sola. Ahogada en palabras.. pero muda. Atrapada en un laberinto eterno.. pero varada en medio de la nada. Así me siento, abrumada.
¿Cómo puede una persona sentir todo y nada a la vez? Vacía, y al mismo tiempo, llena de dolor. Llena de emociones.
Estar vacío hace que todo pierda su sentido. Hace que no haya nada, nada más que ese lugar esperando a llenarse. El vacío es peor que no tener respuestas, es no tener preguntas.
Pero, de vez en cuando aparece algo para llenar, muy de a poco, ese espacio que tenemos dentro. Risas, colores, imágenes, música. Y, aunque todavía no sea posible que nuestro vacío desaparezca del todo, vamos descubriendo que más allá del dolor y la tristeza hay algo nuevo. Hay algo que nos impulsa hacia adelante.
Es increíble como podemos mezclar sentimientos, como somos capaces de encerrar los pensamientos más locos dentro de nuestra mente y actuar como si nada.
'Todo esta bien' suelo decir. La realidad está bastante lejos de eso. 'Es una etapa' me sigo repitiendo. Pero.. ¿hasta que punto podemos fingir la felicidad? ¿Cuál es el máximo de palabras que podemos callar? ¿Cuántas emociones somos capaces de almacenar en nuestro interior?Lo que no decimos no muere, nos mata. Lo que reprimimos, lo que dejamos adentro, no hace más que empujarnos hacia el pasado. No nos deja avanzar. Todo lo que no demostramos se acumula hasta no poder más, hasta el punto en donde lo único que queremos es salir y gritarlo a los cuatro vientos.
¿Qué hace falta para dejarnos ir y ser nosotros mismos? ¿Cuánto tiempo requiere que tomemos la decisión de liberarnos?
Creo que yo estoy por decubrirlo.  

1 comentario:

  1. me gusta tu blog se me hace kool un saludo desde florida oye por cierto visita mi blog a lo mejor te gusta la musica que pongo ahi punkfootballer.blogspot.com

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